Durante la Semana Santa, en distintos hogares de San Luis Potosí se conserva una costumbre que mezcla religiosidad y sabor: la tradición de las siete cazuelas.

Este ritual gastronómico tiene lugar, principalmente, porque es cuando los fieles conmemoran la crucifixión de Cristo con una jornada de ayunos y abstinencia de carne, tal como lo marca la tradición católica, así lo explico Sara Ríos, cocinera tradicional y creyente de la religión católica.

"El número siete no es casualidad, más bien representa los siete dolores de la Virgen María o las siete palabras que pronunció Jesús en la cruz, dependiendo de la interpretación que se le dé", comentó.

Las siete cazuelas se realizan para los siguientes días no cocinar.

"Originalmente se realizaban para los siete días siguientes no cocinar por qué sería un pecado, si se supone estábamos de luto; ahorita la tradición quedó, pero sí se puede cocinar los siguientes días", afirmó.

Los platillos que se preparan varían según la región y la tradición familiar, pero hay recetas que se repiten en distintos puntos del estado por su valor simbólico y culinario.

"Entre las cazuelas más comunes están los nopales con tortitas de camarón seco, lentejas guisadas, romeritos con papas, habas en salsa, pipián con papas, calabacitas con elote y chiles rellenos de queso o de papa", indicó.

En San Luis Potosí muchas familias conservan la tradición de la siete cazuelas año con año.

“No es sólo comida, es un acto de fe, cada platillo lo cocinamos con devoción, porque es una forma de honrar a nuestros antepasados y a nuestras creencias”, detalló la.cocineta tradicional.

Asimismo, la creyente mencionó que es un momento en que las familias se reúnen, ya que todos pueden ayudar a realizarlo.

"Es muy bonito que toda la familia ayude, se mantienen los lazos", comentó.

De acuerdo con el portal de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el sentido religioso de estas comidas no sólo está en la abstinencia, sino también en el compartir, ya que se trata de ofrecer lo que se tiene, de reunirse con la familia, de agradecer y reflexionar.

Además de ser una expresión de fe, la tradición es un ejemplo de la creatividad gastronómica mexicana.

Se cocina sin carne, pero con ingenio, sabor y sazón. Cada cazuela está pensada para nutrir el cuerpo y el alma, y cada receta representa un lazo con la historia familiar y comunitaria.

Google News

TEMAS RELACIONADOS